La evolución de la moda a lo largo del tiempo se puede percibir de muchas maneras. Los/as diseñadores/as más reconocidos/as muestran sus trabajos en las grandes pasarelas (relativamente recientes) de Nueva York, París, Milán, Londres o Cibeles en España (cuya 1ª edición tuvo lugar en 1985 en la Plaza de Colón, Madrid). En las tiendas y en el vasto mundo de Internet también se pueden ver temporada tras temporada nuevos modelos, formas y colores de tendencia. Al mismo tiempo, las personas elegimos qué ponernos y qué no, buscamos un estilo propio y la calle se convierte así en otro reflejo de la moda del momento. Pero también la televisión y el que ha sido catalogado por el escritor y crítico de cine italiano Riccioto Canudo (1877-1923) en el “Manifiesto de las Siete Artes” (1911) como el “séptimo arte”, revelan aspectos sobre la moda de una época, de una cultura o incluso de un diseñador o diseñadora en concreto.
El cine toma así importancia a la hora de diseñar, confeccionar y mostrar al público el vestuario del que actrices y actores hacen gala de otra manera distinta a las pasarelas. Sin olvidar que estamos ante una recreación o representación de la realidad y, por tanto, será necesario valerse de otras fuentes que complementen datos sobre la moda de cada época. Tras diferenciar entre la historia del traje y la historia de la moda, comenzaremos con una serie de TV ambientada en el s.XVII (tres siglos después de lo que se considera el inicio de la moda) y avanzaremos progresivamente hacia la actualidad, tomando como referencia películas diversas.
La historia de la moda se inicia en el s.XIV
Teresa Olazabal, Paula V.Pinuaga y Elisa
Álvarez, bajo la dirección de Blanca
Gordón hablan de la historia de la moda en el capítulo I del módulo III
“Moda y tendencias” (2009) para el curso de personal shopper desarrollado
por la Escuela Internacional de Estilismo y Moda de Madrid. Tomando como
referencia este documento, las autoras diferencian entre la historia del traje
y la historia de la moda. La primera existe desde la Antigüedad, cuando surge
la imperiosa necesidad de proteger el cuerpo y cubrirlo. Sin embargo, la
historia de la moda: “aparece cuando el gusto por las novedades llega a ser un
principio constante y regular y funciona como una exigencia cultural, hecho que
sucede en el s.XIV” (Olazabal y col, p.9, 2009). Mucho más tarde, en el s.XIX,
tendrá lugar un cambio significativo en la manera de concebir la moda, debido,
en parte, al surgimiento de la Alta Costura. Es precisamente el s.XIX el
llamado siglo de oro de la moda. Unas décadas después, a principios del
s.XX, el concepto de diseñador y diseñadora comenzará a emerger con fuerza.
El s.XVII y la moda española: "Águila Roja"
El siglo de Oro Español es el término con el que
se le conoce al s.XVI en España y que fue acuñado originariamente por el
historiador malagueño Luis José Velázquez en su obra Orígenes de la
Poesía Castellana publicada en 1754 (si bien el término también
se emplearía posteriormente para referirse al s.XVII). Durante esa época,
España tomó auge a nivel internacional desde el punto de vista político, económico,
cultural y social. Con el descubrimiento de América en 1492 y el reinado
de los Reyes Católicos se iniciará este período histórico caracterizado, entre
otras cosas, por un florecimiento de las artes y las letras españolas. Y sí, también
la moda española se extendió por Europa estos años y alcanzó un gran éxito
hasta el s.XVII, momento en el que Francia pasará a ser considerada el
referente internacional en este ámbito. Algunas de las prendas características
del vestuario español de los s.XVI-XVII (aunque con ciertos cambios
según los años) fueron en el caso de los hombres el jubón (también llevado por las mujeres a finales del s.XVI), las
calzas, las botas altas de cuero, un estilo de capa sin capucha conocida como
“herreruelo” o el sombrero de ala, entre otros. El vestuario femenino se
caracterizaba por el uso del verdugado (estructura de mimbre sujeta a la
cintura que daba volumen a las faldas), las gorgueras y lechuguillas (también
empleadas en el masculino) que se ponían alrededor del cuello ocultándolo,
corsés, mangas y puños de camisa grandes o el sayo (prenda de cuerpo entero con
falda que se ponía encima) en el caso de las mujeres de la corte. Aunque
también este sayo fue empleado por hombres que no seguían la moda cortesana a
finales del s.XVI, tal y como recoge Ponz (p.138, 2009) en “El traje popular
del s.XVII” (Revista Ars Longa Cuadernos de Arte).
La serie de aventuras española “Águila Roja” está precisamente ambientada en el s.XVII español. El actor catalán David Janer da vida a Gonzalo de Montalvo, un héroe enmascarado que lucha por la justicia, siendo el protagonista principal de la serie que pudimos ver en TVE durante nueve temporadas, desde 2009 hasta 2016. La jefa de vestuario fue Mª del Mar Alonso y la figurinista, Laura Herrera. En una entrevista para RTVE (30/10/2015) “¿Cómo se hace el vestuario de Águila Roja?” Herrera cuenta cómo durante la primera temporada se confeccionaron casi todos los trajes de los personajes principales para dejar sello y crear la personalidad de la serie. Y explica: “la época nos importaba mucho, nos documentamos bien y visitamos mucho el Museo del Prado, vimos cuadros de Velázquez, fuimos al Museo del Traje…” La figurinista Cristina Carpueñas por su parte, añade que además del factor histórico estuvo la parte creativa que tiene un peso muy importante. En este caso, cuenta cómo además de inspirarse en la época, tomaron ideas de diseñadores actuales como el francés Thierry Mugler o el británico John Galliano.
Fotografía recuperada de: https://www.rtve.es/television/aguila-roja/ |
Los trajes de samuráis también fueron analizados y en la entrevista, las profesionales explican esa fusión de diferentes fuentes. Como curiosidades, en los trajes empleados para las Cortes, Laura Herrera explica que hicieron todo lo posible por aligerar el peso característico de las prendas de la época con el fin de aligerar el calor en el plató y facilitar los movimientos de actores y actrices. Otro aspecto curioso (y necesario) se dio en el caso del vestuario de Águila Roja con el tema de la capa: a veces molestaba para luchar, se enrollaba, aunque al final consiguieron adaptar la prenda a los requerimientos de la escena. De hecho, la jefa de vestuario Mar Alonso afirma que el traje de Águila Roja estuvo triplicado y tenían diferentes capas según la escena: una para montar a caballo, otra para luchar boca abajo con cuerdas para evitar que se le cayera encima…
Vídeo Primera temporada "Águila Roja", Globomedia (23/01/12).
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=tFRSusFNkuo
"Los tres mosqueteros":s.XVII-XVIII
A
partir del s.XVII Francia toma la voz cantante en cuanto a moda se refiere y tienen lugar diversos cambios en la forma de vestir. Entre ellos, el corsé y el verdugado del
vestuario femenino que realzaban el pecho y la cintura, comienzan a entrar en
desuso, apostando por prendas más cómodas y naturales. De hecho, con la Rev.
Francesa (1789) la naturalidad se vuelve tendencia y se pone de moda “el
vestido camisa” (Olazabal y col., 2009). Seis años más tarde, en 1795
se vuelve a recuperar la forma de vestir de la Grecia Clásica, surgiendo el "vestido imperio". Según exponen Olazabal y col. (p.19, 2009), este estilo toma su
nombre de las conquistas del emperador Napoleón Bonaparte, con la túnica como
protagonista. En cuanto al vestuario masculino, con el comienzo del s.XVIII y
la influencia francesa, se pone de moda el estilo mosquetero (calzones,
sombrero de ala ancha, capa corta...) Más adelante, según las
consideraciones de estas mismas autoras, los pantalones
sustituyen a los calzones, se comienza a elegir la chupa frente al chaleco y el
frac en vez de la casaca (chaqueta larga con adornos y mangas abiertas por
delante). También surgirá entre las clases más pudientes, la moda de la peluca rizada
en los hombres y en el caso de las mujeres, se llevarán los peinados y tocados en cierto modo, extravagantes.
La película "Los tres mosqueteros", un clásico de aventuras bajo el lema “uno
para todos y todos para uno” discurre en Francia en el s.XVII y se basa
en la novela histórica de Alejandro Dumas (1844). Dicha novela ha tenido
diferentes adaptaciones en el cine, también en el teatro y en la TV, así como
en la literatura. Encontramos versiones en el caso de la gran pantalla desde la
película estadounidense en 1948 dirigida por George Sidney hasta
la de 1973 con Richard Lester como director o la última de 2011
dirigida por Paul W.S. Anderson. A pesar de estar ambientadas en la
misma fecha y el mismo lugar, las diferencias en las distintas adaptaciones pueden
ser apreciadas por los ojos del espectador/a también en la indumentaria, que “habla”
al mismo tiempo del pasado y del presente, notándose en la de 2011 un aire más moderno.
Collage realizado con fotografías recuperadas de: https://www.abc.es/play/pelicula/los-tres-mosqueteros-los-diamantes-de-la-reina-2334/ |
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Escena de “Los tres mosqueteros”, película de 2011, con Orlando Bloom como duque de Buckingham. El diseño de vestuario en esta ocasión corrió a cargo del francés Piérre Ives Gayraud. Fotografía recuperada de: https://www.abc.es/play/pelicula/los-tres-mosqueteros-5987/ |
La moda del s.XIX y algunas aproximaciones en la gran pantalla
En los años 20 del s.XIX, en el caso del vestuario femenino, se vuelve a recuperar el uso del corsé, las enaguas y los vestidos con distintas capas de tela, a veces con decoraciones recargadas o románticas. También se llevan grandes chales. En esta época surgen asimismo estructuras encaminadas a dar volumen y ahuecar a faldas y vestidos como los miriñaques y posteriormente (más funcional y flexible y un poco menos “aparatoso” de llevar): el polisón (que se dejará de emplear a finales del s.XIX). Ambos permitían prescindir de las diferentes capas y enaguas para conseguir un efecto similar de volumen y aunque eran empleados por cualquier clase social, sus acabados y también la calidad de los tejidos marcaban diferencias entre las clases más y menos pudientes.
La diseñadora de vestuario Jacqueline
Durran ha trabajado para diversas películas, entre ellas “Mujercitas” (Little
women en inglés) en la última adaptación (la séptima desde que se emitiera
por primera vez) llevada a la pantalla en 2019 y dirigida por Greta Gerwing.
La primera se emitió en EEUU en 1933. Fue dirigida por George Cukor
y esta primera adaptación tiene un claro nexo común con la versión de Gerwing:
ambas están basadas en la novela juvenil “Mujercitas” (1868) escrita por
la estadounidense Louisa May Alcott (1832-1888). Su historia
se centra en las vivencias de la propia autora junto a sus tres hermanas,
quienes pasaron la adolescencia en un contexto histórico influido por la guerra
civil estadounidense, también conocida como la Guerra de Secesión entre
los estados del norte y los del sur de EEUU (1861-1865).
En la séptima adaptación, la diseñadora británica Jacqueline Durran se llevó el premio BAFTA (British Academy Film Awards) 2020 al mejor vestuario, otorgados por la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión.
Ya en 2013 había sido premiada con un Óscar
al mejor diseño de vestuario por “Anna Karenina” (2012) dirigida por Joe Wright.
Un director con el que también coincidió en “Orgullo y prejuicio” (2005) y
“Expiación” en 2007, película esta última en la que diseñó el elegante vestido
verde esmeralda de seda con el que aparecerá la actriz Keira Knightley
(como Cecilia Tallis). Un vestido con la espalda descubierta, escote en pico,
con cola y una caída muy fluida, de esas que dan vida a la silueta.
Complementos como el pasador del pelo o el brazalete fueron aportados por la
firma Chanel. En una entrevista para la revista Vanity Fair (27/6/18),
la diseñadora alude a la importancia que tienen todos los elementos en el
resultado del vestuario: la decoración, la fotografía, las propias
características de la actriz… Asimismo, expone: “El director quería que llevara
la espalda descubierta. Tomé elementos de la época que me gustaban y tomé los
que más favorecían a Keira. No es totalmente fiel al período, pero sí hay
referencias” (Durran para Vanity Fair, 27/6/18).
Boceto de Jackeline Durran y protagonista
de la película con el vestido en una de las escenas más emblemáticas de
“Expiación” (2007). Esta película se basa en la novela del mismo nombre
(homónima) del escritor británico Ian McEwan (Reino Unido, 1948)
y está ambientada en 1935. La escena en la que la actriz lleva el
vestido se sitúa en la campiña británica en una noche (calurosa) de verano. Fotografías recuperadas de: https://retalesdeunidilio.wordpress.com/2014/03/18/expiacion/ |
Durran
también trabajaría en la última adaptación de “La Bella y la Bestia” (2017)
dirigida por Bill Condon.
Fotografías de la película recuperadas de: https://www.trendencias.com/ocio/el-vestuario-de-la-bella-y-la-bestia-es-asi-de-fascinante-todas-queremos-ser-emma-watson
En la película “Mujercitas” tampoco el
vestuario es del todo fiel al período. De hecho, en la entrevista (10/2/20) para The
Hollywood reporter la diseñadora responde que llevó a cabo una
investigación sobre la época en la que se ambienta la película y tomó también
como fuente al libro original, pero a la hora de diseñar el vestuario, se
realiza más bien desde una aproximación histórica, con un aire más moderno y no
tan clásico. Al mismo tiempo, se tiene en cuenta la personalidad (y el guion) de
cada personaje: así, por ejemplo, la segunda de las cuatro hermanas March, Jo,
se caracteriza entre otras cosas por una forma de ser más temperamental y un
estilo de vestir más masculino. Además,
la diseñadora comenta que se consideraron dos armarios diferenciados: la
indumentaria de los actores y actrices cuando son más jóvenes y la de cuando
son adultos.
Las hermanas March (de izda a dcha): Meg (Emma Watson), Jo (Saoirse Ronan), Amy (Florence Pugh) y Beth (Eliza Scanlen). Fuente de la foto: https://www.telva.com/cultura/album/2019/12/20/5dfa456b01a2f120228b457d.html |
Escena “Mujercitas” (2019) Imagen recuperada de: https://vestuarioescenico.wordpress.com/2020/02/03/jacqueline-durran-por-mujercitas-premio-bafta-2020-al-mejor-diseno-de-vestuario/ |
En cuanto al diseñador del vestuario de la
primera versión de “Mujercitas” (1868) dirigida por Cukor fue Walter
Plunkett (California, 1902-1982). En ella, se puede apreciar la diferencia
en la indumentaria, siendo mucho más clásica. Plunkett también trabajó en otras películas de éxito
como “Lo que el viento se llevó” (“Gone with the wind”, 1939) dirigida
por Victor Fleming y ganadora de ocho Óscar. También diseñó el vestuario
en la película “Cantando bajo la lluvia” (1952) con Stanley Donen y Gene
Kelly como directores.
A continuación, dos fotografías que muestran bocetos de Walter Plunkett para “Lo que el viento se llevó” (1939) extraídas del blog de Diana Fernández, diseñadora, investigadora y docente en el campo del vestuario histórico y escénico
(fuente:https://vestuarioescenico.wordpress.com/2012/06/04/binomios-artisticos-plunkett-hepburn/)
Collage realizado con dos fotos extraídas de: https://www.diariodecultura.com.ar/home/de-scarlett-ohara-a-holly-golightly-los-diez-vestidos-mas-celebres-del-cine/ |
La moda de finales del s.XIX y principios del s.XX, La Bélle Époque: "Titanic"
La profesora y licenciada en Geografía e
Historia Lucina Llorente habla en el artículo “Los tejidos de la sala
Belle Époque” (2017) del Museo del Traje (Madrid) que la palabra modernismo (Art
Nouveau en Francia y Bélgica, Modern Style en países anglosajones)
se utiliza en España e Hispanoamérica para referirse a una corriente de
renovación artística que tiene lugar antes de la Primera Guerra Mundial,
durante la llamada Belle Époque (1871-1914) en Francia y Época
Eduardiana en Reino Unido (1901-1910, reinado de Eduardo VII, hijo de la
Reina Victoria). Una época caracterizada, entre otras cosas, por la fe en el
progreso y en la ciencia o el avance en la tecnología. Cambios que se
reflejarían en la sociedad y la cultura, incluida la moda. Llorente
menciona además cómo la película de Titanic, cuyo hundimiento tendría
lugar en 1912, es un símbolo del carácter optimista (y ostentoso) de
esta época: un barco grande, lujoso y rápido (Llorente, p.3, 2007). En la misma
línea, Teresa Olazabal y col (2009) hablan de la moda de principios de s.XX dominada por el afán de lujo.
En el vestuario femenino se siguen empleando corsés y también blusas con
encajes, lazos y cintas y otros adornos exagerados (boas con plumas de avestruz
por ejemplo, arreglos florales o perlas
como las joyas de moda). Se llevan además complementos como los tocados,
sombreros, guantes ajustados, las sombrillas y pequeños abanicos para mantener
la piel blanca y sin manchas. Materiales de lujo como la seda, tul, las gasas
de oro y plata se ponen de moda entre las clases más pudientes. En cuanto al
atuendo masculino, ya desde comienzos del s.XIX venía caracterizándose por la
sobriedad y la elegancia, colores como el negro y otras tonalidades oscuras
para pantalones, fracs o chalecos, corbatas, pajaritas y zapatos, “el modo
dandi” mencionado anteriormente continuará estando "de moda".
Por otro lado, en estos años, la práctica deportiva
y el gusto por los viajes lleva a la búsqueda de prendas más cómodas (que
distan mucho de las actuales, pues aún las mujeres hacían deporte con falda).
También cabe mencionar la influencia que disciplinas como la danza o el ballet
tendrán en la aparición de nuevos diseños.
Vestido de tenis, 1880-1890.
Foto extraída de Pinterest
Vestido con tejidos "lujosos" en una de las escenas de "Titanic" (1997), propios de La Bélle Époque, así como el emblemático collar de diamantes, regalo de compromiso que Hockley (interpretado por Billy Zane) regala a Rose (Kate Winslet).
Fuente imagen: https://www.harpersbazaar.com/es/moda/noticias-moda/g176279/looks-rose-titanic/?slide=1
Escena de los protagonistas, Rose (Kate Winslet) y Jack (Leo Di Caprio) en "Titanic" (1997) dirigida por James Cameron |
El trabajo de vestuario de la película de "Titanic" corrió a cargo de la
diseñadora Deborah Lynn Scott, quien ganó un Óscar al mejor vestuario en
1998 por este trabajo. En una entrevista (por Stefan Pape, disponible en
Youtube, 17/19/12) la diseñadora explica cómo realizó una profunda
investigación sobre la época, un momento en el que las etiquetas y protocolos
estaban mucho más pronunciados que ahora, así como la forma de vestir en
función de la clase social. Afirma que afortunadamente, dispuso de numerosas
fotografías, pinturas y otros recursos que permitieron fundamentarse bien sobre
el período. Al mismo tiempo, de forma similar a otros profesionales que han
trabajado para el cine y se han mencionado anteriormente, expone la necesidad de
adaptarlo al estilo de cada personaje.
La misma diseñadora de “Titanic” también trabajó en el
vestuario del “El patriota” bajo la dirección de Roland Emmerich en el año 2000 y
diseñó el traje de Spiderman de la película “The Amazing Spider-Man 2: El poder
de Electro” dirigida por Marc Webb (2014).