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28/05/2021

HACIA UN USO SEGURO Y SALUDABLE DE LAS TIC

La Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos personales y garantía de los derechos digitales en su artículo 88 dispone: "Los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar." No en vano, el descanso digital se hace actualmente necesario en nuestro día a día. Al mismo tiempo, conviene conocer, promover en los menores y poner en práctica algunas acciones que potencien el uso seguro de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). 


LA UTILIZACIÓN DE INTERNET EN CIFRAS

     El uso de la mensajería instantánea, las búsquedas de bienes y servicios, escuchar o descargar música. Realizar cursos de aprendizaje y buscar material educativo o utilizar la banca electrónica son algunas de las actividades más frecuentes en prácticamente todos los rangos de edad estudiados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la "Encuesta  sobre Equipamiento y uso de Tecnologías de la Información y Comunicación en los Hogares" 2020.


 

ORDENADOR 



 

INTERNET



 

TELÉFONO



El 81´4% de los hogares con al menos un miembro de 16 a 74 años dispone de algún tipo de ordenador: de este porcentaje, el 76’2% cuenta con ordenador de sobremesa o portátil y el 58´4% con tablet.

Incremento respecto al año anterior: 0’5%

Incremento respecto a 2011: 11´1%

Un 95´3% de los hogares objeto de estudio disponen de acceso a Internet por banda ancha fija y/o móvil. Y el 93´2% de la población de 16 a 74 años había utilizado Internet en los últimos tres meses.

Incremento respecto al año anterior: 4´1%

Incremento respecto a 2011: 34´5%

En cuanto al teléfono, mientras el uso del fijo continúa en descenso (en el 71´1% de los hogares en 2020), el del móvil ha aumentado, estando presente en casi todos los hogares objeto de estudio: en un 99´5%.

 

Incremento del uso del móvil respecto al año anterior: 1%

Incremento respecto a 2011:

5´8%


En cuanto a los menores (de 10 a 15 años),, el estudio revela que el uso de las TIC se haya muy extendido, habiendo aumentado un 0´8% respecto a 2019. Para el estudio de 2020 se registró que un 91´5% de los menores utiliza el ordenador y el 94´5% Internet (con un aumento del 1´6% respecto al año anterior). Se observa además que el uso va siendo mayor a medida que lo hace la edad hasta los 24 años. A partir de este momento, se observa por el contrario un paulatino descenso, de tal forma que en el grupo de 65 a 74 años el uso lo realiza el 69´7% de los encuestados. No obstante, entre esta población se ha notado un aumento respecto a años anteriores, habiéndose incrementado un 6´1% respecto a 2019. Por su parte, las personas mayores de 74 años también han utilizado más Internet en 2020, un 27´9% frente al 23´4% del año anterior.


Tabla de elaboración propia con datos extraídos de la “Encuesta sobre Equipamiento y uso de Tecnologías de la Información y Comunicación en los Hogares” realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2020

 

    Sin embargo, por lo que se refiere a acciones relacionadas con la privacidad y la protección de datos personales por motivos particulares en los últimos tres meses del estudio, las cifras no son tan altas como en el caso de Internet. A continuación, se mencionan algunas de estas acciones y el porcentaje más alto registrado (en todas las acciones que se enumeran aquí, el porcentaje menor se registra en las personas de 65 a 74 años).

-  Denegar el permiso del uso de la información personal para fines publicitarios. El mayor porcentaje se sitúa en el 77´2% de 25 a 34 años.

- Limitar el acceso a su perfil o contenido en las redes sociales. El mayor porcentaje se sitúa en el 76,5% de 16 a 24 años.

- Restringir el acceso a la ubicación geográfica. El mayor porcentaje se sitúa en el 66,9% de la población entre 25 y 34 años.

- Comprobar que el sitio web al que se proporcionó información personal era seguro. El mayor porcentaje se sitúa de 16 a 24 años con un 61´3%.

- Leer la política de privacidad de sitios web antes de proporcionar información personal. El mayor porcentaje se sitúa entre los 25 y 34 años con un 50,6%.


    La acción que sí se hace mayoritariamente es la relacionada con el procedimiento de identificación para servicios online utilizados: la mayoría de las personas encuestadas han utilizado algún tipo de procedimiento (un 90,68% de media entre las personas de 16 a 64 años), siendo el porcentaje más bajo en las personas de 65 a 74 años (un 66,3%). El procedimiento más utilizado en todos los casos es la utilización de usuario y contraseña seguido de la recepción de un mensaje con un código al móvil. El estudio analiza algunas acciones de seguridad más, como la instalación de algún tipo de software o servicio de seguridad como antivirus, anti-spam (33´4% de media) y la realización de modificaciones en la configuración del navegador para prevenir o limitar los cookies: un 41´7% de la población.

    Precisamente, con el objetivo de educar en un uso seguro y responsable de las TIC, la Policía Nacional junto a la Fundación MAFRE llevan varios años poniendo en marcha el proyecto educativo “Controla tu red”.

EDUCACIÓN DIGITAL 


    Desde este programa, se han elaborado guías con información y recursos para el profesorado y familias, dirigido tanto para la etapa de Primaria como de Secundaria. Desde la página web de la propia Fundación MAFRE se expone: “a pesar de que los menores utilizan habitualmente Internet, esto no significa que sean conscientes de los riesgos que puedan existir para ellos/as o para su entorno”. 
    En este enlace se puede acceder a la página y descargar directamente las guías.
    A continuación, se extraen algunas de las recomendaciones y pautas propuestas.

Acceso a información adecuada a la edad

    Se trata de ser conscientes y explicar que no todos los contenidos son legales ni adecuados a cada edad. Se diferencia entre contenidos ilegales (los que suponen un delito) e inadecuados (sin ser ilegales, no son aptos para menores). Entre los contenidos ilegales se encuentra la pornografía infantil, la difamación en Internet, la apología del terrorismo, la xenofobia y el racismo. Por otro lado, como contenidos inadecuados para la etapa de Primaria y de Secundaria se contempla la pornografía de adultos, la violencia, la incitación a la bulimia y/o anorexia y la publicidad engañosa. 
   Para contrarrestar el acceso a este tipo de contenidos (especialmente esto puede ser recomendable cuando aun son muy pequeños/as y no tienen suficiente autonomía ni capacidad de autogestión), desde la guía se propone el uso de herramientas de control parental que, si bien no sustituyen a la educación digital, pueden suponer un complemento. Así, se apunta cómo en la configuración de Chrome o Firefox se incluye la opción de "Safe Search" ("búsquedas seguras"). Con este tipo de herramientas se pueden filtrar contenidos inadecuados, controlar las descargas que se realicen e incluso establecer tiempos de uso. También se aportan otros recursos como Kiddle, un buscador adaptado al público infantil y Youtube Kids, dirigido a niños y niñas entre 2-12 años para acceder a vídeos infantiles (aunque se advierte que este tipo de herramientas pueden tener fallos y no son infalibles).  
    
    Añadido a todo esto, se recomienda fomentar actividades que no requieran el uso de dispositivos tecnológicos, potenciando el ocio, el deporte y las relaciones con los demás más allá de las pantallas.

Utilización de las Redes Sociales (RRSS)

    En cuanto al acceso a las Redes Sociales, según se recoge en estas mismas guías, la ley vigente en España solo permite crear una cuenta en redes sociales a mayores de catorce años (en caso de que sean menores se requerirá autorización de su padre/madre/tutor/a legal). En el artículo 13 del R.D. 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal, se expone:


"Podrá procederse al tratamiento de los datos de los mayores de catorce años con su consentimiento, salvo en aquellos casos en los que la Ley exija para su prestación la asistencia de los titulares de la patria potestad o tutela. En el caso de los menores de catorce años se requerirá el consentimiento de los padres o tutores" (artículo 13, R.D. 1720/2007, de 21 de diciembre)

    Una vez puedan tener un perfil en redes sociales, bien con consentimiento de sus padres, madres o tutores, bien por tener la edad requerida para ello, desde la Fundación Mafre y la Policía Nacional se hace hincapié en la importancia de educarles para que hagan un uso adecuado de las mismas. De hecho, el derecho a la educación digital, el derecho a la seguridad digital y el derecho a la protección de los menores en Internet, se recogen desde los artículos 82, 83 y 84 respectivamente, en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos personales y garantía de los derechos digitales.


"Los padres, madres, tutores, cuidadores o representantes legales procurarán que los menores de edad hagan un uso equilibrado y responsable de los dispositivos digitales y de los servicios de la sociedad de la información a fin de garantizar el adecuado desarrollo de su personalidad y preservar su dignidad y sus derechos fundamentales" (artículo 84, Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre)

    Algunas recomendaciones contempladas en las guías relacionadas con las RRSS van encaminadas a preservar la intimidad y proteger la identidad. Mantener los perfiles privados, usar contraseñas seguras y secretas (aconsejándose cambiarlas de vez en cuando), diferenciar entre amigos/as y conocidos/as y no aceptar solicitudes de desconocidos/as son algunas de ellas. También ayudarles a que tomen conciencia sobre la importancia de ser cuidadosos/as con el contenido compartido, evitando dar datos de carácter personal (domicilio, teléfono...) y siendo prudentes con el uso de la imágenes. En este sentido, se recuerda que para compartirlas, es necesario pedir permiso a las personas que figuran en ellas y en caso de ser menores, se requeriría la autorización de sus padres. Tampoco se olvidan de mencionar los retos y la necesidad de distinguir entre lo divertido y lo peligroso. El desarrollo del pensamiento crítico será crucial para evitar que tomen por reto lo que en realidad es un riesgo que atenta contra su salud y/o vida. 

Uso de las RRSS en España por menores según el Estudio Net Children Go Mobile (2010-2015)

    ¿Cuánto utilizan las RRSS los menores? Desde el estudio Net Children Go Mobile: Riesgos y oportunidades en Internet y el uso de dispositivos móviles entre menores españoles (2010-2015) desarrollado dentro del proyecto “Innovación, usos y riesgos en la red para los menores. El impacto de las tecnologías móviles” financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y cofinanciado por la Unión Europea se dan algunos datos. La muestra aleatoria para dicho estudio la compusieron 500 menores de entre 9 y 16 años con participación también de sus padres y madres en algunas preguntas. Según este informe de hace poco más de un lustro, cada vez se accede a Internet de manera más temprana, de modo que la edad media de inicio de acceso a Internet ha ido reduciéndose hasta situarse en los siete años. Y por lo que se refiere al primer móvil lo tienen de media a los diez.


Gráfico de elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): "Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares 2020" 
https://www.ine.es/jaxi/Tabla.htm?tpx=39526&L=0
                     


    Las actividades diarias que realizan los menores en relación con la utilización de Internet, según este estudio,  son: el uso de la mensajería instantánea (especialmente Whatsapp), el visionado de videoclips (en Youtube, Itunes, Vimeo, etc) y escuchar música. En cuanto a la visita de una red social, el 44% de los menores participantes había accedido a alguna RRSS en 2015 al menos una vez a la semana. Y por término medio, el 45% de los menores tenían al menos un perfil en una red social, observándose un paulatino aumento a medida que van cumpliendo años. Así, mientras de 9-10 años se registró en 2015 que un 15% tenía perfil en red social, entre los menores de 13 a 14 años este porcentaje se situó en el 53%. Facebook resultó ser la RRSS más utilizada.
    Por otro lado, el 48% habría jugado con otras personas en Internet al menos una vez a la semana en 2015 y el 44% publicado fotos, vídeos o música para compartir con otras personas. La webcam por su parte, fue utilizada por un 15%

    Para mayores de 16 años en adelante, el INE (Instituto Nacional de Estadística) aporta datos recientes sobre la participación en redes sociales con un perfil de usuario. A continuación, se muestran los datos en una infografía extraídos de la "Encuesta sobre equipamiento y tecnologías de información y comunicación en los hogares 2020":

Gráfico de elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): "Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares 2020"

CIBERATAQUES Y CIBERDELITOS

    Aún tomando las precauciones oportunas, existen riesgos y delitos que tienen que ver con el uso de las TIC, algunas más conocidas y otras menos, lo que no quiere decir que sean menos frecuentes. En las guías mencionadas aparecen algunas de estas acciones peligrosas. También han sido abordadas por otros profesionales como es el caso de Mónica Valle, periodista y comunicadora especializada en tecnología y ciberseguridad. Valle aborda con profundidad y detalle en su libro "Ciberseguridad: Consejos para tener vidas digitales más seguras" (2018) estas prácticas, al mismo tiempo que expone consejos para prevenirlas y hacerles frente. De este modo, en la primera parte del libro, la autora recoge las ciberamenazas más comunes, entre las que se encuentran los fraudes y estafas a través del correo electrónico, el pishing (suplantar a una empresa o servicio legítimo para engañar y estafar, así como obtener datos personales de la persona atacada: Valle, p.32, 2018), técnicas de ingeniería social (por ejemplo, a través de una llamada en la que se hacen pasar por el servicio técnico de una empresa y pretenden timar a la persona), programas maliciosos (virus, troyanos...), entre otros. Es de destacar que la autora expone en el libro el creciente aumento de ciberataques a los móviles, por lo que invita a incorporar acciones que los prevengan. La utilización del teléfono móvil en España es muy alta. Según Statista (por Rosa Fdez, 10/9/2020) en base a datos aportados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para 2018, las líneas de móvil superaban los 54 millones, es decir, hay más dispositivos que habitantes (actualmente, somos 47.351.567 habitantes según INE).


    Desde el Centro Criptológico Nacional también se ofrecen recursos para un uso seguro de los móviles. El Centro Criptológico Nacional (CCN) se define en su página web como el organismo responsable de garantizar la seguridad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en las diferentes entidades del Sector Público, así como la seguridad de los sistemas que procesan, almacenan o transmiten información clasificada. En 2016 este organismo publicó un decálogo sobre cómo usar el móvil de forma segura y evitar ciberataques dirigido al público en general. En él, se recoge la importancia de utilizar un código de acceso o huella digital en el móvil, actualizar el sistema operativo y las aplicaciones de manera constante (y descargarlas de fuentes fiables como Google Play, App Store, así como limitar los permisos). También evitar conexiones a puertos USB desconocidos y a cualquier wifi pública abierta que no cause confianza (se aconseja habilitar las conexiones inalámbricas cuando vayan a usarse y luego deshabilitarlas), etc. Desde las guías de Fundación Mafre y Policía Nacional, se informa también de que tapar la cámara (con cintas o pegatinas diseñadas para ello) mientras no se está utilizando (tanto del móvil como de otro dispositivo) puede prevenir posibles riesgos. De hecho, según explica Valle (p.49, 2018) en el libro, uno de los posibles objetivos de los troyanos puede ser acceder a la cámara integrada de los dispositivos con objetivos maliciosos.
    Entre los ciberdelitos que atentan contra la intimidad y la imagen de los menores, en las fuentes mencionadas, se contemplan el grooming, el sexting y el ciberbullying o ciberacoso. El grooming se refiere a un tipo de acoso que se produce cuando un adulto se hace pasar por un menor para ganar su confianza y tratar luego de conseguir imágenes o vídeos de contenido sexual o pornográfico. Por su parte, el sexting consiste en el envío de imágenes o vídeos con carácter sexual o erótico tomadas por el propio menor o por un tercero con su consentimiento (Valle, p.95, 2018). El sexting puede estar relacionado a su vez con la sextorsión, el chantaje por parte de un acosador que tiene en su mano imágenes de la persona a la que se coacciona. Por último, el ciberacoso se refiere al daño que un menor ocasiona a otro de forma repetida utilizando los medios digitales de muy diferentes maneras: humillando, coaccionando, amenazando, etc. En caso de acoso escolar o ciberacoso en las guías aparecen dos correos con los que ponerse en contacto: participa@policia.es y seguridadescolar@policia.es.

USO ABUSIVO DE LAS TIC

    El uso abusivo de las TIC también puede conllevar otro tipo de riesgos contra la salud de las personas. 
    La Psicóloga General Sanitaria Gabriela Paoli Austerlitz es experta en el tratamiento de adicciones tecnológicas. Además, realiza conferencias y talleres de asesoramiento sobre el tema, así como sobre la hiperconectividad y sus consecuencias. En su libro “Salud digital: claves para un uso saludable de la tecnología” (2020) expone algunas de las consecuencias tanto físicas, psicológicas y sociales, que conlleva un uso excesivo o abuso de las TIC. Entre ellas, están la falta de concentración o la alteración del sueño e incluso el insomnio. De hecho, utilizar las pantallas poco antes de dormir inhibe la segregación de melatonina, hormona que induce al sueño y es liberada por la glándula pineal (que a su vez se comunica con el núcleo supraquiasmático ligado a los ritmos biológicos o circadianos). Aunque existen diferentes causas de insomnio y el uso de las TIC es solo una de muchas, es de destacar que este problema lo padece casi un tercio de la población (y se ha notado un aumento durante la pandemia), según ha afirmado el psicólogo valenciano Enric Valls en la entrevista para Cadena Ser publicada en el episodio de su podcast “Insomnio: causas y tratamiento” (17/11/2020).
     Otras consecuencias recogidas por Gabriela Paoli en su libro son la fatiga mental, irritabilidad y nerviosismo o las contracturas musculares. Y también consecuencias sociales, como por ejemplo, dificultad para separar vida personal y profesional o quejas por parte de la pareja o amigos relacionadas con la falta de comunicación o atención (Paoli Austerlitz, p.18, 2020). De hecho, se habla de varios fenómenos relacionados con el uso abusivo o inadecuado de las TIC y el phubbing es uno de ellos. Este anglicismo se puede traducir al español por ningufoneo (según Fundéu: Fundación del Español Urgente) y se refiere al hecho de que una persona solo preste atención al móvil sin tener en cuenta lo que está presente en su entorno, especialmente a las personas que le rodean. Por otro lado, Paoli recoge otros riesgos menos comunes pero también ligados al hecho de estar pendientes del móvil, como es la posibilidad de sufrir accidentes no solo en un vehículo, sino también caminando por la calle o cruzando. Desde la página web de Pantallas Amigas, una iniciativa que surge en 2004 en España pero con repercusión internacional, con el fin de promover un uso seguro y saludable de las TIC, promoviendo los derechos de la infancia y la adolescencia en el contexto digital, también se aporta información sobre este uso excesivo de las pantallas. Apuntan consecuencias para la visión, como puede ser la sequedad ocular y otras como dolores musculares en la muñeca y mano debido a un uso excesivo del ratón. 



¿SE PUEDE HABLAR DE ADICCIÓN A LAS TIC?

    El 9 de febrero de 2018 se aprobó la Estrategia Nacional de Adicciones 2017-2024 dentro del Plan Nacional de Drogas (PNSD, creado en julio de 1985) emitida por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. La estrategia abarca cuatro ámbitos de actuación (expuestas en la p.27 del documento). Entre ellos, están las drogas legales como el alcohol, la droga con mayor prevalencia de consumo en España, y el tabaco. Entre los diferentes objetivos de esta estrategia, se encuentra uno específico encaminado a: “reducir la injustificada percepción en la sociedad y especialmente en menores, sobre la ´normalidad´ de los consumos de drogas, fundamentalmente de cannabis y de alcohol” (extraído del apartado “objetivos estratégicos”, p.31). Otros campos de actuación son: las drogas ilegales por un lado, incluidas las conocidas como nuevas sustancias psicoactivas (NSP); y, por otro, los fármacos de prescripción médica y otras sustancias con potencial adictivo. Pero, además, como novedad, se ha considerado necesario incorporar en esta estrategia también las llamadas “adicciones sin sustancia”, como son las TIC, el juego (presencial y online) y los videojuegos. Según se expone en esta Estrategia Nacional de Adicciones 2017-2024, mientras que existe un alto grado de consenso científico para considerar el trastorno por juego (o ludopatía) como adicción, no ocurre así en el caso de trastornos asociados al uso de las TIC, de Internet y de pantallas digitales (p.11 Estrategia Nacional de Adicciones 2017-2024). Por ello, se alude en este documento que versa sobre la estrategia a la necesidad de contar con más información sobre las consecuencias del abuso de las TIC y los problemas derivados del mismo, con el fin de arrojar más luz y llegar a mayor consenso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva incorporando el trastorno por juego o ludopatía desde la décima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-10) publicada en 1992. Y, entre las novedades de cara a la próxima revisión, el trastorno por videojuego se incorporará dentro de las adicciones en la próxima CIE-11 que entrará en vigor en 2022 (según comunicado de prensa de 18/6/18 escrito por Christian Lindmeier, responsable de comunicación de la OMS).


HACIA UN USO SALUDABLE DE LAS TIC

    Por último, se recogen algunas pautas propuestas por la psicóloga Gabriela Paoli en su libro y otras expuestas en el programa "Desafío vivir" de Onda Cero Menorca (5/3/21) que puedan ayudar a utilizar las TIC de forma equilibrada. Muchas se enmarcan dentro de lo que conocemos como llevar un estilo de vida saludable. Así, incluye la importancia de hacer ejercicio, llevar una buena alimentación, descansar y relajarse (buscando momentos para "no hacer"), desconectar de las pantallas y conectar con la naturaleza, desarrollar la comunicación asertiva que permita expresar emociones y sentimientos (incluido el hecho de decir "no" para marcar límites que son necesarios). También alude al desarrollo de la inteligencia emocional y de una actitud crítica  con los mensajes que recibimos, ignorando aquellos comentarios en RRSS que puedan ser negativos (especialmente esto lo apunta para los adolescentes), no dejando que nos influyan negativamente. También recalca lo importante que es vivir de acuerdo con nuestros valores y planificar nuestro tiempo para compartirlo con los que más queremos. Afirma que aunque las TIC nos ayuden a estar comunicados, no son un sustituto de la comunicación presencial. 
    De manera más concreta, expone algunos consejos para evitar el tecnoestrés. Entre ellos, ser consciente del uso que hacemos de las TIC e Internet para establecer horarios de conexión y desconexión y reducir su uso si lo consideramos oportuno. Propone de esta forma poner en ciertos momentos el modo avión para desconectar y, como aspecto muy importante, no llevarse pantallas al dormitorio ni utilizarlas al menos una hora antes de irse a dormir. Pone también en conocimiento algunos recursos que pueden utilizarse, como la caja Des-conecta Box, una sencilla caja de cartón en la que dejar el móvil tanto en ámbitos familiares como laborales (por ejemplo, antes de entrar en una reunión). Otros consejos tienen que ver con dejar el móvil fuera de la mesa a la hora de comer o prestar atención y mirar "cara a cara" sin interrupciones tecnológicas cuando se está hablando con otra persona. Evitar perder el tiempo conectándonos y accediendo a información a veces en cantidades ingentes que nada aporta, silenciar notificaciones o revisar si hemos de irnos de algunos grupos de WhatsApp son algunos otros. Y poner en práctica la empatía digital, esto es, ser cuidadosos con lo que decimos y hacemos y no hacer comentarios que puedan herir y que no diríamos de forma presencial.

    En definitiva, se trata de que las TIC nos ayuden a enriquecernos y hagamos un uso equilibrado de los mismas, velando al mismo tiempo porque los menores tengan una educación digital apropiada. El mundo digital tienen muchas ventajas y nos ha abierto nuevas oportunidades. Pero no hay que olvidar que es al levantar la mirada de la pantalla donde está la vida real. Pues es en la comunicación con nuestro entorno y las personas que están en él, donde ocurren las mejores  conexiones y redes sociales.

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