El seis de febrero de 2023 el terremoto que afectaba Turquía y Siria copó la cobertura de los medios de comunicación. Hablamos en esta publicación de las causas de los terremotos, repercusión de sismos en España y de manera breve de pautas muy generales de actuación. La predicción de los mismos sigue siendo un desafío.
Aunque las causas de los terremotos o seísmos pueden ser diversas, la mayor parte de los mismos se producen por causas naturales relacionadas con la tectónica de placas. Vidal Sánchez en el artículo "Los terremotos y sus causas" (Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos) señala también otros posibles motivos naturales. Entre ellos, los terremotos relacionados con fenómenos volcánicos o los ocasionados por meteoritos y también aquellos originados por la actividad del ser humano (explosiones nucleares, de minas y canteras, por sobrecarga de masa de agua embalsada...)
En cuanto a la causa más frecuente de los temblores, la mencionada tectónica de placas, tiene que ver con las diferentes partes en que se divide la zona/capa más superficial de la Tierra llamada litosfera (que abarca unos 100 Km de profundidad). Se le atribuye al meteorólogo y físico alemán Alfred Wegener (1880-1930) la teoría de la deriva continental-desplazamiento de las placas continentales unas respecto a otras-. Así, estas placas en que se divide la corteza se mueven y su movimiento se manifiesta sobre todo en los límites de las mismas. Estas tensiones provocan las fallas que en geología hacen referencia a fracturas o fisuras en el terreno. El mismo autor, Francisco Vidal Sánchez, recoge en su artículo los tres tipos de movimiento principales que ocurren entre las placas:
- Divergentes o de expansión: las placas se separan dando lugar a nueva corteza y a terremotos superficiales.
- Convergentes: las placas se acercan hasta que chocan y pueden ser a su vez de varios tipos, de manera que una placa se puede introducir debajo de la otra (se originan así fosas submarinas o montañas).
- Transformantes (el autor las clasifica dentro de las convergentes, otras fuentes en cambio los diferencian en un tercer tipo): se da un desplazamiento lateral, hay fricción o roce, no se crea ni se destruye corteza terrestre, pero igualmente se producen terremotos de gran magnitud.
Además, estarían los terremotos que se producen no solo en los bordes, sino también en el interior (terremotos intraplacas). Pero, en cualquier caso, se produce una liberación de energía y las ondas sísmicas se dirigen en todas las direcciones desde el foco del terremoto (se denomina hipocentro al foco de origen interno y epicentro al foco de perturbación superficial situado sobre el hipocentro). Vidal Sánchez habla a su vez de dos tipos de ondas sísmicas: internas y superficiales, además de exponer otros conceptos relacionados con los terremotos como la magnitud, la intensidad, etc. Como se sabe, la escala de Ritcher o escala de magnitud local desarrollada por el sismólogo estadounidense Charles Francis Richter en 1935 con la colaboración del sismólogo alemán Beno Gutenberg, es la más conocida para medir la magnitud de estos terremotos. El mayor terremoto registrado hasta la actualidad fue el que se produjo en Valdivia, Chile en 1960 con un valor de 9´6 (o 9´5 según la fuente) en la escala de Ritcher.
Desde el Instituto Geológico Nacional de forma muy didáctica, se explican todos estos procesos mencionados anteriormente y relacionados con la Sismología, la ciencia que los estudia.
¿Y cuántas placas tectónicas existen? Pedro Alfaro y Carlos Fernández en el artículo científico "¿Cuántas placas hay en el planeta?" (2019) recogen que los libros de texto suelen contemplar catorce placas. Este modelo de las catorce placas lo describió Seiya Uyeda en su libro The new view of the Earth en 1978 siendo traducido al castellano dos años después, según los mismos autores. A pesar de que esta aproximación cuentan que es válida para ESO y Bachillerato actualmente, se hace necesario actualizar esta visión con nuevos modelos derivados de las nuevas investigaciones basadas a su vez en los nuevos recursos tecnológicos disponibles-se destacan las técnicas de GPS-. Alfaro y Fernández (2019) exponen que en los últimos años los científicos han encontrado decenas de placas más. Uno de estos modelos más actuales define el movimiento de hasta cincuenta y seis placas tectónicas (MORVEL-56: Mid Ocean Ridge VELocity, que integra datos de tipo geofísico, geológico y geodésico/matemático). Un modelo que según los autores no es sino la transición hacia otros modelos en un futuro cada vez más realistas y precisos.
Imagen recuperada el 6/02/23 (modelo placas tectónicas tradicional). Autor: Daroca90 (24/02/2014). Licencia CCO |
Manuel Martínez Solares (2011) por su parte, en el artículo "Sismicidad Pre-instrumental. Los grandes terremotos históricos en España" recoge que en nuestro país, la zona de mayor peligrosidad teniendo en cuenta las placas tectónicas sería la situada en el sur y sureste, pues es donde se encuentra el borde entre las placas tectónicas Euroasiática y Africana. Además, se hace un recorrido por algunos de los terremotos de la península ibérica, como el de Vera, en Almería en 1518, Málaga en 1680, Valencia en 1748 o el de 1755 de peligrosidad extrema con magnitud estimada de 8´5 ocurrido el día de Todos los Santos, uno de noviembre, en el Cabo de San Vicente (Portugal). Señala también otros más recientes como el de Dúrcal, Granada en 1954 con magnitud 7 o el ocurrido en Albolote (también en Granada) en 1956 (escala 5). Desde la página del Ministerio de Ciencia e Innovación, se informa que más recientemente, en 2016, un maremoto en el Mar de Alborán con magnitud 6´3 y a 162 Km del sureste de Málaga afectaba con daños materiales (no hubo fallecimientos) a Málaga, Granada, Jaén, Sevilla y Melilla.
Por otra parte, desde el Ministerio del Interior se expone que afortunadamente nuestro país no es un área de ocurrencia de grandes terremotos, pero sí tiene una actividad sísmica relevante con magnitudes inferiores a 7 (aunque en 1954 en Dúrcal, Granada se registró magnitud 7).
En cuanto a la predicción de los mismos, autores como Correig (2006) en el artículo "Ocurrencia y predicción de terremotos. Bases físicas" de la revista Física de la Tierra dan una visión general de la ocurrencia de los terremotos y las leyes y propuestas para su predicción. No obstante, se concluye que hasta la fecha de ese paper o artículo científico, se desconoce la dinámica real de la ocurrencia de los terremotos, siendo un sistema complejo, no lineal. Se han desarrollado técnicas de monitorización de las cuales se extraen datos en relación con la recurrencia de los sismos, el lugar, posibles ciclos, hipótesis, estudios fenomenológicos una vez que han ocurrido, etc, pero el autor apunta que la predicción sísmica, necesariamente probabilista, constituye el gran desafío actual.
Y aunque parece que actualmente la ciencia aún no puede predecir la ocurrencia de terremotos y maremotos (tsunamis), se han desarrollado normativas y planes a nivel nacional e internacional para hacer frente a los mismos. En España por ejemplo, se pueden consultar la Resolución de 29 de marzo de 2010 por la que se aprueba el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo sísmico o la Resolución de 19 de mayo de 2021 por la que se aprueba el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de maremotos, así como otras normativas de la Comisión Permanente de normas sismorresistentes. El objetivo de estas últimas normas, es, según se expone en la página web, "evitar la pérdida de vidas humanas y reducir el daño y coste económico que puedan ocasionar los terremotos futuros", se consideran así cuestiones relacionadas con infraestructuras, simulacros...
Por último, pero no menos importante, desde la página del Ministerio del Interior se dan una serie de recomendaciones y pautas en caso de sufrir un terremoto para autoprotegernos. Entre ellas, si se está en interior de edificio, tratar de meterse debajo de una mesa o mueble resistente protegiendo la cabeza fundamentalmente. Evitar también situarse cerca de estanterías, cristales... Apagar las fuentes de gas y electricidad... Tampoco utilizar el ascensor. En caso de estar afuera, buscar sitios lo más descampados posibles y, si se está en coche, alejarse de puentes o postes eléctricos, pero mejor permanecer dentro.
Porque, a veces, la vida, nos sacude de forma inesperada y en esos casos nunca se está lo suficientemente preparado/a. Pero no sabemos hasta qué punto en una situación determinada, un pequeño gesto puede proteger la vida.