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28/04/2023

 Martínez-González, epidemiólogo: "Me di cuenta de que la mayoría de los factores de riesgo cardiovascular se cambian a través de una buena alimentación" 


Entrevista en profundidad con Miguel Ángel Martínez-González, médico de Salud Pública y epidemiólogo

   El Doctor Miguel Ángel Martínez-González (Málaga, 1957) lleva trabajando como epidemiólogo más de treinta años. Se ha descrito a sí mismo como un apasionado de la salud pública, pero, es, además, un investigador con una profunda experiencia -y así lo atestiguan los más de mil artículos científicos que ha publicado-, al que también adorna un afán divulgativo. Fruto de ello son sus diversos libros. ¿El más reciente? Salmones, hormonas y pantallas publicado este 2023 en la editorial Planeta. Hacemos en esta entrevista un repaso por su trayectoria profesional y abordamos cuestiones incluidas en sus anteriores libros sobre salud, prevención y nutrición.  


Dr. Miguel Ángel Martínez-González, médico de Salud Pública y epidemiólogo.
Fotografía cortesía del entrevistado.


    Su labor investigativa y docente se extiende más allá de España. Miguel Ángel Martínez-González es, además de catedrático de Salud Pública en la Universidad de Navarra desde 2005catedrático visitante en el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard desde 2016.


   Sus diversas publicaciones profundizan en conocimientos científicos sólidos y rigurosos que logra acercar a sus lectores con un lenguaje claro y un estilo ameno y didáctico.

  Su libro más reciente, Salmones, hormonas y pantallas (Planeta, 2023), da buena cuenta de ello. En él, el autor habla claro sobre diversos conceptos que conciernen a la sociedad e influyen en los más jóvenes. Asuntos ante los que se requiere, como se puede leer en sus páginas, empoderamiento, conciencia y acción para hacer frente a la pseudociencia y no dejarse llevar por las malas corrientes. Este último libro se suma a otras obras publicadas anteriormente, entre las que se encuentran La sanidad en llamas: un internista y un epidemiólogo ante la pandemia (Planeta, 2021), libro escrito junto a su hermano el Dr. Julio Martínez-González o Salud a ciencia cierta: consejos para una vida sana sin caer en las trampas de la industria (Planeta, 2018). 

    Además, a lo largo de su prolífica trayectoria, ha publicado más de mil artículos científicos y ha puesto en marcha y liderado grandes estudios epidemiológicos centrados en la relación entre epidemiología y nutrición. Entre ellos, están el estudio SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) y el estudio PREDIMED (acrónimo de Prevención con Dieta Mediterránea), el mayor ensayo realizado hasta la fecha sobre los efectos de la dieta mediterránea que tiene su continuación con PREDIMED-PLUS, investigaciones de las cuales nos habla en una de las partes de esta entrevista. Los resultados de PREDIMED se recogen en otro de sus libros, PREDIMED, Date el gusto de comer sano (EUNSA, 2015), en el que además de los resultados del estudio, se incluyen orientaciones prácticas para potenciar una alimentación saludable basada en el patrón de la dieta mediterránea -y en su enorme respaldo científico-. En 2020, publica otro libro relacionado con la alimentación: ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir (Planeta), escrito junto a la periodista Marisol Guisasola.

   Este epidemiólogo que cuenta actualmente con más de treinta años de experiencia, fue incluido en la lista de los científicos más citados del mundo en 2021. También ha sido reconocido con varios premios como el premio al Mejor Investigador en Nutrición en España en 2012 por liderar los dos mayores estudios en nutrición realizados en nuestro país (SUN y PREDIMED), el Premio Carles Marti Henneberg por su trayectoria científica 2021, el Premio Nacional de Medicina 2021 y más recientemente, se le ha entregado el Premio Nacional Gregorio Marañón 2022.

    Han pasado unos cuantos años desde que pusiera en marcha desde cero el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Navarra, en el año 1995 y también desde que fuera profesor en Granada en la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) durante tres años. Pero, aquel estudiante de medicina que en sus comienzos se presentó dos veces al MIR-una nada más acabar la carrera por la especialidad de Cardiología  y posteriormente, por la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública-, parece no haber perdido la ilusión y las ganas por seguir apostando por la prevención y la salud de las personas.

  Todo lo contrario, ese entusiasmo se mantiene amparado por el tesón, la ética profesional que lo mantiene firme en sus metas y el vasto conocimiento y experiencia que solo se logra con los años y con mucho estudio, trabajo e investigación constantes. 




La trayectoria y visión de un epidemiólogo
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Fotografía cortesía de Miguel Ángel Martínez-González


¿Nos podría explicar en qué consiste el día a día de un epidemiólogo y por qué es tan importante la epidemiología para la salud pública?

Cada día es muy variado. Un epidemiólogo pasa mucho tiempo en tareas de diseñar y dirigir estrategias de recogida de datos de salud que sean eficientes. Hay que ser capaz de escribir buenos protocolos de estudios extensos de investigación a largo plazo. Y se trata de escribirlos también como para que sean luego financiados. Esto exige antes ser capaz de integrar grupos multidisciplinares y tener desde el principio en la cabeza las dificultades que se van a ir encontrando a lo largo de los años y ponerle soluciones por anticipado. También se trata de anticipar las respuestas que se pueden obtener con esos datos y que se acabarán convirtiendo en publicaciones científicas.

Es como un arquitecto que tiene desde el minuto cero la casa entera en la cabeza. Luego, día a día hay que controlar que los datos se recogen según el protocolo que inicialmente se escribió para no desviarse de él y para ir superando las múltiples contingencias que siempre surgen. Uno, a veces, acaba pareciendo más un empresario que un médicoPero hace falta saber mucha medicina para poder diseñar buenos estudios epidemiológicos. Solo estos estudios son la base para que se puedan emprender en el futuro acciones de salud pública realmente basadas en buena evidencia científica.

"Un epidemiólogo es como un arquitecto que tiene desde el minuto cero la casa entera en la cabeza"

Dr. Miguel Ángel Martínez-González 

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En algunos de sus libros menciona la epidemiología positiva: ¿Qué es?

La epidemiología positiva mira más a la salud que a la enfermedad. No se trata solo de evitar enfermedades. Se trata de aumentar los niveles de salud positiva. En vez de tener como punto de desenlace si se ha producido o no un cáncer o una muerte prematura, se usa como punto de desenlace si ha mejorado la calidad de vida o el florecimiento del ser humano en su conjunto, lo que le llamaríamos alcanzar la entera plenitud de la persona humana, la realización personal o la capacidad de tener buenas relaciones interpersonales de alta calidad.


Su padre era médico, endocrinólogo, quien ejerció en Málaga: ¿De qué manera le infundió su padre la pasión por la medicina? 

La influencia de mi padre fue muy fuerte. Me dio un ejemplo estupendo de profesionalidad, apasionamiento por ayudar a sus pacientes y vida de continuo estudio.


Estando usted en Granada hace veintisiete años, la Universidad de Navarra le confió un reto que ha calificado como “apasionante”, poner en marcha desde cero un Departamento en Medicina Preventiva y Salud Pública: ¿Qué nos puede contar sobre el nacimiento, el desarrollo y las actuales líneas de investigación de este departamento?

Ha sido una auténtica aventura llena de retos y emociones pero también de muchísimas alegrías. Al principio me nombraron "Unidad de epidemiología y salud pública" y estaba bien ese nombre de unidad porque estaba yo solo, nunca mejor dicho lo de "unidad". El profesor Jokin de Irala entonces acababa de llegar de Estados Unidos y estaba de profesor ayudante en la Universidad de Córdoba. Durante los primeros tres años él vivía en Córdoba y estuvo viniendo a dar las clases a Pamplona. El primer año estuve solo y pasé meses antes de tener un despacho y un ordenador. Trabajaba en la biblioteca. Ya en el segundo año de estar en Pamplona pude contar con la ayuda de un doctorando, que fue Miguel Ruiz-Canela, al que tuve el privilegio de dirigirle la tesis y ahora acaba de sustituirme al frente del departamento como director. Al tercer año llegó Almudena Sánchez Villegas, también como estudiante de doctorado, ya que acababa de terminar farmacia.

Ahora los tres son ilustres catedráticos: Jokin, Miguel y Almudena. Pero entonces no teníamos absolutamente nada, ni bases de datos, ni proyectos de investigación, ni un buen registro de publicaciones, ni locales, ni laboratorios, ni libros publicados, ni buenos contactos en el extranjero. Pero, eso sí, teníamos una grandísima ilusión y muchas ganas de trabajar y nos propusimos ser catedráticos lo antes posible, ser los editores de los principales manuales de nuestra especialidad (en Bioestadística, en Epidemiología y en Salud Pública) en España y ser los colaboradores de Harvard en Europa. Parecían sueños irrealizables pero, al cabo de los años, se han ido cumpliendo estas metas una tras otra. Fue muy de agradecer el gran apoyo que encontramos siempre en el primer decano que nos gobernaba cuando comenzó el departamento, el profesor Pedro Gil, catedrático de Historia de la Medicina.


¿Cuán de importante ha sido para usted formar equipo con grandes profesionales y personas?

La tarea de formación de posgrado ha sido siempre lo que más me ha atraído, pues pienso que por cada catedrático, profesor titular, profesor contratado doctor o profesor ayudante que se ha formado conmigo se produce un efecto multiplicativo. Es como si las ideas que deseamos transmitir se multiplicasen por un número muy alto. Uno puede dejar un poso de un buen número de portavoces de ese mismo mensaje que es tan importante para la salud pública y para la justicia social en toda la población y que los alumnos seguirán recibiendo en muchas universidades.


"La tarea de formación de posgrado ha sido siempre lo que más me ha atraído. Uno puede dejar un poso de un buen número de portavoces de ese mismo mensaje que es tan importante para la salud pública y la justicia social"

Dr. Miguel Ángel Martínez-González 

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Desde 2016 es catedrático visitante en el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard: ¿Qué nos puede contar de su experiencia en Norteamérica? 

La primera estancia que tuve en Harvard fue para poner en marcha el proyecto seguimiento Universidad de Navarra (SUN) que es un gran estudio de cohortes prospectivas con más de 23.000 voluntarios que cada dos años nos informan puntualmente de su dieta, su estilo de vida y su salud. El reto más importante con el que me encontré en ese año de 1998 donde pasé seis meses en la Escuela de Salud Pública de Harvard fue que al poco tiempo de llegar me dijeron que tenía que dar el seminario para profesores.

Pasé varias semanas con un gran ajetreo buscando toda la información necesaria y preparándome muy a conciencia para poder impartir con calidad ese seminario porque sabía que me iban a escuchar las personas que más sabían de nutrición en el mundo. Pero la verdad es que en esas semanas no me llegaba la camisa al cuerpo porque la responsabilidad era muy grande y nunca me había enfrentado a un reto de esta envergadura. Parece que el resultado fue bueno por todo lo que vino después.


¿Qué diferencias aprecia entre el sistema educativo universitario de EUU y el de España?

En Estados Unidos los estudiantes de Medicina son de mayor edad, han hecho otra carrera antes, son más maduros. Por eso, no se pueden extrapolar directamente los métodos que se aplican en una Facultad de Medicina de Estados Unidos a una Facultad de Medicina en España donde los alumnos son mucho más jóvenes y no tienen esa madurez necesaria para poder aplicar un currículum exigente y complicado, que exige mucha tarea de exclusiva responsabilidad personal.


Lleva más de treinta años trabajando en Epidemiología y Salud Pública, pero al comienzo de su carrera, estudió la especialidad de Cardiología: ¿Cómo surgió el interés después por la nutrición?

Me di cuenta primero de que era más importante prevenir que curar porque veía que muchas veces se podía hacer poco ante las enfermedades cardiovasculares graves cuando ya estaban desarrolladas. Esa visión anticipatoria me llevó a profundizar en los factores de riesgo cardiovascular. Al final, me di cuenta de que la mayoría de los factores de riesgo cardiovascular –quizá con la única excepción del tabaco– se cambian precisamente a través de una buena alimentación.


"Me di cuenta primero de que era más importante prevenir que curar. Esa visión anticipatoria me llevó a profundizar en los factores de riesgo cardiovascular"

Dr. Miguel Ángel Martínez-González 

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Muchas veces se publican estudios sobre nutrición y salud que parecen sentar cátedra. Sin embargo, ha comentado en alguna ocasión que para usted un solo estudio no es concluyente, sino que tienen que ser consistentes: ¿Cuándo se puede considerar que se trata de estudios consistentes? 

La evidencia epidemiológica en nutrición para la mayoría de los temas solo cuenta con estudios observacionales. Se observa primero la dieta de las personas y luego se les sigue durante años para comparar los que siguen una y otra dieta y ver si esto determina si tendrán mayor o menor riesgo de fenómenos de salud o enfermedad a largo plazo. Esto es lo mismo que se aplicó al tabaco. Cuando se estudió el papel causal del tabaco en el cáncer de pulmón se acuñaron una serie de criterios de causalidad para poder decir que estas asociaciones que verifica la epidemiología observacional no solo son meras correlaciones estadísticas, sino que realmente expresan relaciones de causa a efecto y que, por tanto, tienen mucha importancia para aplicar políticas de salud pública.

Uno de los criterios clave es precisamente la consistencia entre los distintos estudios realizados en diversos países con diversa metodología, con diversas poblaciones, con distintos seguimientos, con metodología que va cambiando de un estudio a otroPara mí y pienso que lo mismo pasa para muchos otros epidemiólogos, al menos hacen falta tres estudios consistentes para empezar a creer una asociación que venga de estudios epidemiológicos observacionales.


"Para mí y pienso que lo mismo pasa para muchos otros epidemiólogos, al menos hacen falta tres estudios consistentes para empezar a creer una asociación que venga de estudios epidemiológicos observacionales"

Dr. Miguel Ángel Martínez-González 

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Para acabar con las preguntas relacionadas con su trayectoria: ¿Qué es lo más grato de su profesión como médico y epidemiólogo?

Lo más grato es ver el desarrollo profesional de los alumnos que he conocido desde muy jóvenes, que han sido estudiantes a los que he dado clase o he dirigido la tesis y ahora son catedráticos o profesores titulares de prestigio mundial o médicos que están destacando en su especialidad. La docencia tiene muchas recompensas.


   Esta entrevista continúa estructurada en las siguientes cuatro partes interrelacionas a las que se puede acceder pinchando en las portadas que siguen:


"No basta con combatir
  los factores de riesgo"


¿Es útil el etiquetado frontal como el de Nutri-Score?
 ¿Es más caro comer sano? Estos y otros asuntos como la obesidad,
 los sistemas sanitarios español y norteamericano o
el conocimiento sobre los "determinantes de los determinantes"
 los tratamos en esta primera parte.