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25/03/2024

Un poco de poesía de Machado

 "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla", son los versos con que comienza Antonio Machado (1875-1939) su poema Retrato (1908), perteneciente al libro de poesías Campos de Castilla, obra escrita en los años que vivió en Soria (1907-1912). Aunque antes también viviría en Madrid, él mismo lo cuenta: "Desde los ocho a los treinta y dos años he vivido en Madrid con excepción del año 1899 y del 1902 que los pasé en París" (cita del libro Soledades. Galerías. Otros poemas., p.23, 2023). 

    En el mismo poema citado, Retrato, se pregunta: "¿soy clásico o romántico?" Y él mismo responde: "No sé". Algunos autores defienden que tuvo su momento modernista y, otros en cambio, que no. Así, en Soledades. Galerías. Otros poemas (2023) el autor Geoffrey Ribbans apunta que de 1899 a 1902 vive su momento modernista, algo que refleja escribiendo su poemario Soledades. Sin embargo, desde 1903 hasta 1907, va eliminando la influencia modernista, según cuenta este mismo autor. Por su parte, Manuel Alvar en Poesías completas (2011) expone que si bien es cierto que el poeta se sintió atraído por el modernismo: "Antonio Machado no quiso ser modernista por más que se puedan rastrear y encontrar, en él, influencias de la escuela".

   Lo que sí parece claro es que Machado, quien perteneció al grupo conocido como generación del 98, tuvo influencias del Romanticismo y de autores de estilo romántico como el también sevillano Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870).

   En 1999, la UNESCO proclamó el 21 de marzo como el Día Mundial de la Poesía. Y aunque el día de la poesía este 2024 ya pasó, recogemos algo de poesía en el día de hoy de este autor que, no por ser de otro siglo, dejó de ser de actualidad. Fue él quien escribió:


"Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas".


   Y no se olvidó de recordar otra cosa importante: "Todo necio confunde valor y precio", además de que  "Todo narcisismo es un vicio feo, y ya feo vicio". Tal vez porque el necio se olvidó del valor de la vida y no comprendió otro de los poemas del autor en el que cuenta: "Si vivir es bueno, es mejor soñar y mejor que todo madre, despertar". Y el narcisismo por su parte, debió de olvidar que no es solo su ego y su verdad, es "la verdad"...

"¿Tu verdad?
No, la Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela".

   De la verdad habló mucho en sus poemas y también en su libro en prosa Juan de Mairena (1936), en el que Mairena, un supuesto profesor, va dando a sus alumnos/as reflexiones, apuntes, consejos...: "Quien afirma que la verdad no existe, pretende que eso sea la verdad, incurriendo en clara contradicción".

   Pero también escribió otros poemas en los que aparece y engalana a la naturaleza, al amor o a la soledad; escribe poesías a otros autores (Unamuno, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez...); también a las estaciones, entre ellas a la primavera... "La primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido..." Y con versos cortos llenos de esperanza como "Hoy es siempre todavía" no se olvida de lo que cualquier poeta busca, algo que nos ha dejado él mismo, de alguna manera, a través de sus poemas:


"No es el yo fundamental 
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial".


06/03/2024

Por curiosidad (que no) quede


   En el "Decálogo del buen periodismo" (2016) publicado por Academia de P@pel (UDIMA) se apela a la pregunta en el quehacer periodístico: "La pregunta es la génesis del periodismo, su principal instrumento, lo que le confiere sentido"

¿Qué sería del Periodismo sin la pregunta? Y no solo las que forman parte de las entrevistas, esas por descartado, sino también las que ayudan a encontrar respuestas o, a veces, a quedar sin ellas. E incluso a llegar a otras preguntas. Permiten investigar y profundizar. Contribuyen a avanzar y a buscar la verdad de la información con la que se trabaja.

    El periodista cultural Albert Lladó por su parte, en "Los diez mandamientos del periodista cultural" recoge que el pensamiento es nómada. Y es que la curiosidad nos mueve y a veces conmueve y, lejos de "matar al gato", es un motor de aprendizaje. Esta expresión, "la curiosidad mató al gato", parece tener su origen en un proverbio inglés: "Curiosity killed the cat". El escritor Alfred López en un artículo titulado "El curioso origen de la famosa expresión `La curiosidad mató al gato´" (20 minutos, 11/12/19) analiza más a fondo este refrán.

   El autor cuenta que en realidad proviene de otra expresión que significaba algo así como que el exceso de cuidado, de preocupación, mata al gato ("Care killed the cat" en inglés). Dicha máxima apareció en una obra de teatro en 1598 escrita por el poeta y dramaturgo británico Ben Jonson (Londres: 1572-1637), y poco más tarde sería Shakespeare (Reino Unido: 1564-1616) quien la incorporaría en su comedia Mucho ruido y pocas nueces (Much ado about nothing). Actualmente, la expresión "la curiosidad mató al gato" se emplea, según se recoge por el Centro Virtual Cervantes, cuando alguien se interesa demasiado por conocer todos los detalles de un tema.


   En este blog, nos seguiremos interesando por distintos temas intentando mantener bien viva la curiosidad.

   Complementando a la información tratada en este blog, surge el podcast "Por curiosidad (que no) quede" dirigido a todas aquellas personas de mentes inquietas que tienen interés en ir un poco más allá del dato, un poco más allá del concepto, un poco más allá de la información. Aunque solo sea por curiosidad. Por eso, que no quede. O quede a escuchar...

Ya disponible el primer episodio en Ivoox.